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Arquitectos: Altura Arquitectes, Lacol
- Área: 200 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Pol Viladoms

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto busca rehabilitar la antigua casa de la abuela Carolina en Rabós (Alt Empordà), después de haber estado cerrada por un período de tiempo, para prevenir su deterioro progresivo y hacerla adecuada para el disfrute familiar tanto en estancias cortas como largas.

Es una construcción sencilla en el casco antiguo, que data del siglo XVIII y consta de un cuerpo principal con dos niveles. El nivel superior contiene la zona de estar con acceso desde la calle, mientras que el nivel semi-subterráneo inferior se utilizaba para animales y almacenamiento relacionado con actividades agrícolas, junto con un patio, ambos accesibles desde un pasaje. La construcción original está hecha de piedra, con pequeñas aberturas, y las principales habitaciones están principalmente conectadas a la fachada que da a la calle, orientada al norte.

Hace años, la casa sufrió una intervención que mejoró el techo y añadió un ático, un nuevo ala en el patio con una habitación, y actualizó los servicios e instalaciones de la casa. La nueva intervención establece un diálogo con la anterior, repitiendo un gesto de techado, continuando con los sistemas constructivos y restaurando el característico color rosa de la fachada.

Los objetivos establecidos para la renovación incluyen mejorar el control climático del hogar para el confort durante todo el año y reorientar la casa para conectar el espacio de cocina-sala-comedor a la fachada sur, abriéndolo a las vistas y espacios exteriores, que también se están adaptando y conectando con la casa. Programáticamente, se propone el piso principal como una unidad autónoma con el mínimo programa habitacional, capaz de expandirse y contraerse según sea necesario.

El piso del ático incluye un dormitorio con un nuevo baño y un espacio multipropósito resultante de la expansión del volumen para abrirse hacia el sur. Los dormitorios, baños, espacios de almacenamiento y áreas de circulación se colocan como un buffer climático en la fachada norte. Un nuevo tragaluz atraviesa las bóvedas de la losa para traer luz natural y ganancia solar de regreso al espacio central de la casa: la mesa del comedor de Ca la Carolina.

Las estrategias ambientales y climáticas que guían la intervención son: A nivel energético, tanto las estrategias pasivas como activas incluyen: Aprovechar al máximo la inercia térmica de la construcción de piedra sólida y cerámica existente, exhibida al dejar la piedra y la cerámica expuestas. A pesar de las diferentes texturas y materiales, se ha aplicado un encalado tradicional para unificar y iluminar el espacio. Aumentar la ganancia solar con nuevas aberturas orientadas al sur, manteniendo pequeñas aberturas en las fachadas norte y este, con carpintería mejorada.

Asegurar la ventilación cruzada en todas las habitaciones. Incluir protección solar para el verano, con persianas de Alicante, contraventanas y una pérgola vegetativa. Mejorar el aislamiento en todo el envolvente con aislamiento de fibra de madera. Equipar el hogar con una estufa de pellets para los días más fríos del invierno.

En términos de materialidad e impacto ambiental de la construcción: Mantener y realzar las características de la construcción preexistente, con sus diferentes capas e intervenciones. Reducir la demolición y reutilizar todos los elementos posibles (vigas de concreto, piedra, tejas). Utilizar materiales de bajo impacto ambiental (aislamiento de fibra de madera en fachadas y techo, ventanas de madera) y/o materiales locales (cerámica de La Bisbal para pavimentos, azulejos cerámicos tradicionales vidriados para revestimientos interiores y exteriores). Promover la economía local y reducir las distancias de transporte al elegir sistemas que puedan ser ejecutados por trabajadores locales, valorando su conocimiento y técnicas.









